PERO ORGANIZAR TU VIAJE
NO ESTÁ SIENDO TAN DIVERTIDO
COMO ESPERABAS.
En el mapa todo parece pequeño… y tienes claro que quieres visitar los lugares más emblemáticos, pero es que además no paras de ver en todas partes un montón de sitios chulos a los que también te gustaría ir.
La lista que tienes comienza a parecerse a la trilogía del Señor de los Anillos y ahora viene el siguiente problema, ¿cómo organizas las rutas diarias y así evitar dar más vueltas que una peonza? ¿qué día es el mejor para visitar cada lugar? Te empieza a salir humo de la cabeza, y está claro que son señales de humo que exclaman ¡socorro!
